La actriz Salma Hayek volvió a hablar sobre su experiencia con Harvey Weinstein, el exproductor de Hollywood actualmente en prisión por múltiples delitos sexuales. En una entrevista reciente, Hayek recordó los momentos difíciles que vivió durante la producción de la película Frida (2002), cinta que le valió reconocimiento internacional pero que, detrás de cámaras, representó una de las etapas más duras de su carrera.
Según relató, Weinstein ejerció un fuerte control creativo y personal, llegando a presionarla con condiciones abusivas para permitir que la película siguiera adelante. La actriz compartió que filmar una escena íntima bajo coacción fue uno de los momentos más dolorosos de su vida profesional, algo que la dejó emocionalmente marcada.
Aunque ya había denunciado públicamente estos abusos en el pasado, Hayek explicó que en su momento temía represalias, tanto personales como laborales. Hoy, asegura sentirse más fuerte, agradecida por el respaldo que ha recibido y convencida de que romper el silencio fue necesario, no solo por ella, sino por otras mujeres de la industria.
“Estaba sobreviviendo. No me sentía una heroína, me sentía derrotada”, confesó.
Las declaraciones de Salma Hayek se suman a las voces que han expuesto las dinámicas de abuso de poder que existían en la industria del cine antes del surgimiento del movimiento #MeToo, del cual su testimonio fue parte clave en su inicio