La sorpresa se apoderó de los espectadores en los Globos de Oro cuando "El niño y la garza", la nueva película de los Studios Ghibli, ganó sobre las favoritas como "Suzume" y "Spider-Man Across the Spider-Verse". Hayao Miyazaki, el visionario creador de obras icónicas como "El viaje de Chihiro" y "La princesa Mononoke", regresó después de una década con esta película, que ha sido galardonada con un Globo de Oro.

La trama sigue la vida de Mahito, un niño que enfrenta las sombras de la Segunda Guerra Mundial, pérdidas personales y la complejidad de un mundo que se desmorona. Ambientada en el paisaje postguerra de Japón, la película combina elementos autobiográficos con una narrativa simbólica, llevándonos en un viaje emocional entre lo real y lo fantástico.

 

En la película "El niño y la garza", Hayao Miyazaki demuestra de nueva cuenta su habilidad para crear mundos que visualmente que te dejan en shock. El diseño artístico es excelente, logra capturar la esencia de cada personaje y lugar, desde la garza misteriosa hasta las criaturas raras que habitan en este mundo. Los trazos y colores transmiten una paleta emocional que refleja la dualidad temática de la película, alternando entre la serenidad y la inquietud, en una celebración del arte tradicional japonés.

El Studio Ghibli sorprende con su técnica en cada escena, la animación es bastante fluida, con todos los detalles y llenísima de vida. Miyazaki utiliza la animación para llevarte a dimensiones que van más allá de lo real, te manda a través de portales a mundos paralelos donde cambia las reglas del juego.

La música de Joe Hisaishi está ahí, se mezcla perfectamente con la animación y logra transmitir un sentimiento de tristeza y la esperanza. En resumen, "El niño y la garza" brilla por su diseño artístico y la técnica del Studio Ghibli, aunque la música no tiene tanto brillo como en otras películas del estudio. Sin duda una película que no puedes dejar pasar, si quieres verla, aún estás a tiempo de verla en la pantalla grande del cine de tu ciudad.